¿Qué debo evitar?
En general intenta evitar el contacto directo de la joya con agua, jabón, productos químicos, perfumes, desodorantes o geles desinfectantes. No las uses si vas a la piscina o a la playa. Por lo general, la sal y el cloro pueden originar manchas y daños en las joyas.
Si eso sucede con una joya de plata, sigue las indicaciones que te indicamos a continuación sobre cómo limpiarla y recuperar su color y brillo original.
Las piezas con chapado o baño en oro son más delicadas y pueden perder el color del oro con el tiempo por la exposición al agua, productos químicos o incluso por el propio pH natural de la piel.
¿Cómo debo guardar mis joyas?
Para preservar al máximo la belleza, brillo y durabilidad de tus joyas, guárdalas de forma individual para evitar rayaduras. Y siempre en un lugar limpio y seco, no expuesto a la humedad.
Todas las joyas de Veronia son entregadas en bolsitas de algodón orgánico. Guarda tus joyas de forma individual en su bolsita para evitar que se dañen cuando no vayas a lucirlas.
¿Cómo limpiar mis joyas?
Para una limpieza habitual utiliza una gamuza para la limpieza de joyas. Absorberá perfectamente los restos de cremas o grasa de la piel y mantendrás el brillo de tu joya en perfecto estado durante mucho tiempo.
Si la pieza cuenta con cristales, piedras o tiene suciedad más profunda, mezcla un poco de jabón neutro con agua y frota la pieza con cuidado con un cepillo de dientes suave. Al finalizar seca bien la pieza con una gamuza para joyas o un paño de algodón y asegura que no quede humedad.
¿Qué sucede si la plata se ennegrece?
La plata es un metal noble que reacciona químicamente ante la humedad y otros agentes y con el tiempo puede perder su brillo y ennegrecerse.
Sin embargo, si eso sucede, se puede recuperar el color original de la plata limpiándola con un paño especial para joyas o con agua tibia y jabón neutro con la ayuda de un pequeño cepillo suave. Al finalizar hay que secar bien la pieza con un paño y asegurarse de que no quede humedad.